25
Vieron que no escribí más? Bueno, me di cuenta que para mi
cumpleaños no escribí nada, y yo siempre vengo y escribo cómo es este año, qué
pinta tiene.
Les cuento, este año cumplí 25. Ajam, sí, todos dicen lo
mismo, qué joven, estás en la flor de la vida, etc. Pero si vos te juntás con gente de tu edad y con gente más
chica que vos...resulta que te sentís vieja. No vieja como que te vas a morir,
vieja porque no tenés menos edad.
Si bien yo les había contado en un momento esta teoría que
tenía Juanita de que a cierta edad empezabas a usar pulseras y a cierta edad te
gustaba el jamón crudo, esas cosas que son un camino de ida, también ocurren otras que tienen menos explicación que las anteriores.
Ayer estaba sentada en una escalerita de la vereda de mi
casa, esperando que mi amiga (Charo) me pase a buscar para ir a tomar el té con
Caila. Y aquí presento ya como dos o tres situaciones de piba de 25.
Uno, estaba sentada en la escalerita y me pregunté si estaba
bien que estuviera sentada ahí, porque parecía un lugar ya no digno para mí.
Los niños que circulaban por la zona, subían y bajaban la escalerita,
entusiasmados, y sus padres me miraban como si yo interrumpiera el paso a la
felicidad de sus hijos. Yo estaba esperando ¿Debería esperar parada acaso? Al
parecer sí. Porque yo toda la vida tuve eso de sentarme donde se me cantaba el
hoyo, en las paradas, en las calles, en las iglesias, consultorios médicos,
bondis, subtes, etc. Me siento, estoy cansada de sostener todo mi cuerpo
haciendo nada. Me siento.
Pero por alguna razón, supongo que por la edad, sentándome
en estos lugares estoy empezando a sentirme incómoda. Como si ya no
perteneciera a ese círculo de la gente que se sienta donde quiere. Como que
estás sentada ahí y sentís que estás haciendo algo incorrecto, como cuando vas
y comprás una cajita feliz...no importa, podés hacerlo, nadie lo prohíbe, pero
sentís cierta incomodidad adentro, como una pelusita en alguna arteria cercana
al corazón, algo así.
La segunda situación, es que íbamos a tomar el té. O sea que
nos decidimos a juntarnos para ir a tomar el té a una casa de té que yo no
conozco. No es que nos juntamos el sábado en la noche a tomar birra y hablar de
pibes o que yo fui a la casa de mi amiga y por la hora me preguntó si quería
una chocolatada. No,nos juntamos en Bonafide, porque Caila se tardó en la
peluquería tiñéndose. Porque ahora, tenemos edad de teñirnos. Y no alcanzamos a
ir a otro lugar que a Bonafide. Y ahí nos sentamos a hablar de...política hasta
te llegaría a decir.
Así de 25 años tenemos las tres. Una cosa de locos.
Y yo siento que de repente van pasando cosas que van
acentuando que tengo esta edad. Como cuando salgo del trabajo y miro a todos
los niños que salen de la secundaria, los miro y me pasan dos cosas. Uno es que
siento que yo podría confundirme con ellos, o sea como si yo pareciera de 15 o
16. Y la otra es que de repente me siento muy alejada de su edad, porque ahora
tengo 10 años más que ellos. Sí, es una contradicción, pero me pasa.
Y me pasa también de pensar que esos pibes no me van a mirar
como mujer (no es que quiera tampoco), porque resulta que soy muy grande para
ellos...eso es raro. Pasé a ser de otra generación, digamos que siempre lo fui,
pero ahora la diferencia se nota. Si yo tenía 20 y salía con uno de 18, bueno,
era medio idiota yo y tampoco es que la diferencia de edad era tan grande. Pero
imaginate salir ahora con uno de 18...le llevo, 7 años, o algo así, porque
nunca fui buena con las matemáticas.
Te das cuenta que cruzaste una barrera cuando estás en una
reunión familiar, casualmente cuando festejé hace unas semanas mi cumpleaños. Y madredemí dice abiertamente que cuándo le voy a dar un nieto y vos le decís
que no hay chance, que no tenés con
quien. Y ella te dice algo que te va a marcar un antes y un después: "No
importa con quién, yo quiero un nieto".
O sea, tu vieja te está diciendo que no le importa con quién
y después afirma: "Decile a maridodemí que venga y así tienen un bebé, que
se venga y yo le pago un pasaje".
Cuando le cuento a maridodemí, el me dice que le compra un
perro a mi vieja , que no tiene problema, yo le digo que le repito a mi vieja,
incesantemente que tiene un nieto, que se llama Giuseppe y maulla cuando quiere
salir a jugar a la terraza.
Porque yo realmente creo que Giuse es mi hijito. Nos
manejamos así. Él me recibe cuando vuelvo de trabajar y cuando me voy le doy un
beso en la "frente" y le digo "te amo", porque andá a
saber, capaz que me pisa un camión o él se muere asfixiado mordiendo una bolsa
de plástico (que tanto le gusta) y yo no le dije que lo amaba como todos los
días.
Después de que duerme una siesta en el otro cuarto, yo lo
llamo para que no duerma tanto y no haga giladas en las noches y viene y se
sube en mi falda, se para de dos patitas y reposa su cabeza en mi hombro...esto
es cierto, no estoy inventando. El loco se pone así para que le haga chaschás
en la cola, porque le gusta y ronronea como un campeón.
Me llora cuando me estoy bañando, para entrar y mirarme
bañarme, saber que estoy ahí. Me llora cuando estoy cocinando y no le muestro
qué estoy haciendo, porque yo lo alzo y le muestro las cosas a las que no
accede, se las hago oler, etc.
Tenemos una relación definitivamente enfermiza, entonces
para qué quiero un pibe? Lo que sí quiero es otro gatito, para que le haga
compañía a Giuse, para que Giuse le enseñe de la vida y para que yo pueda
disfrutar de esos hermoso momentos de cuidarlos cuando son bebés y se duermen
en tu pecho. Pero no puedo porque no tengo mi propio lugar...mi propia casita o
mi propio dpto. Y quiero, lo miro a Giuse solito y quiero otro como él. Que no
se saque tanto y me muerda por cualquier motivo. Pero no lo hago, porque no
puedo.
Se entiende ahora, qué se siente tener 25?
ASÍ YO NO, EL BLOG QUE SI SIGUE CUMPLIENDO AÑOS SE VA A TERMINAR MURIENDO!
Comentarios
Un día te vas a dormir abrazada a tu Barbie Enfermera, y soñás que podés cambiar el mundo. Y al día siguiente te levantás, te mirás al espejo y ves que tenés el cuello de tortuga de Mirtha Legrand, y estás convencida de que lo mejor que le podría pasar al país, es que Macri sea presidente.
A mi no me molestaría en lo absoluto salir con una de 18 y que la gente hable. O que la chica hable un montón de pelotudeces.
Con respecto a las minas de 18, vos saldrías con Kloosterboer, así que...