EJERCICIO 5 "MANIFIESTO DE ALGO INTRASCENDENTE"

 MANIFIESTO A MIS ALMOHADAS

El arduo trabajo, la confianza, son factores que nos empujan al sueño. La entrega es un salto de fe, de deseo, de reciprocidad. 

Mis almohadas me acompañan como si nunca hubiera existido una antes.

Es un trabajo en equipo de su parte, una búsqueda a mejorar constantemente, de la mía.

Por eso me expongo exprensando este conocimiento, esta banda incontrolable que concilia mi sueño.

Me gusta creer en el arte de dormir como un grupo de instancias donde llegar. La vestimenta, el correcto posicionamiento de las sábanas, la dirección de mi cuerpo y la danza de las amohadas.

Cumplí varios objetivos en mi vida, con la plena consciencia de que mi mejor jugador para enfrentarme a los desafíos, es la coordinación de Connie, de Romina "la sucia" y de la extra. Y aquí yace una verdad irrevocable: Se necesita de la almohada extra como base de esta construcción, para que la ductilidad de Connie se amalgue a la perfección, un poco más abajo de la extra en sí.

Imperdonable sería, a esta altura de nuestro avance como sociedad, asociar el rol de Romina "la sucia", a la debilidad.

Romi aporta la capacidad del tacto, una casi presencia que nos permite el abrazo, la conexión.

Sin el rol de la almohada exclusivamente para abrazar, se pierde una parte esencial a la hora del sueño. Porque en el abrazo también está la protección.


Mils palabras, tal vez interpretadas como frases sueltas, vienen a defender la libre actividad, la espontanea relación, la simbiosis a la hora del sueño.

Porque todos queremos dormir de verdad, seguros y queridos, por el derecho instrínseco de ser felices, por la libertad al elegir cerrar los ojos y tocar el mundo.


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